domingo, 12 de julio de 2009

Las conchudas


Hace unos años, leí una frase de Sigmund Freud, y según él en ese entonces, las mujeres eran un continente oscuro, y que aún no había logrado comprenderlas. Esta frase, me rondó en la cabeza durante mucho tiempo. Después de varias investigaciones (a través de diversas salas de chat en Internet, y otras gracias a experiencias propias), llegué a la conclusión de que hay mujeres de diversos tipos y carácter. Esto no es una iluminación, y mucho menos un intento de develar las profundidades psíquicas femeninas queriéndole hacer sombra al hechicero de Viena. No señores. Esto es solo un pequeño ensayo en un arrebato de inspiración y coqueteo con la escritura. Muy simple.

Las mujeres son como el chocolate Jack, siempre tienen una sorpresa.
A sorpresa me refiero con alguna psicopatía, alguna enfermedad, algún desequilibrio emocional, algún conflicto amoroso no resuelto, y un etcétera de nueve kilómetros de largo.
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Están las impulsivas, que se quieren poner de novio al instante de conocer a alguien, sin ni siquiera preguntar tu número de calzado. Están las pendejas histéricas que solo ladran y JAMAS muerden. (Te llaman, te escriben mails, pero nunca concretan una cita, y mucho menos acceden al acto sexual); Están las que buscan ese “príncipe azul” imaginario e inexistente que crearon (o les hicieron creer) por la cultura ignorante que las rodea, y además, el perro, el árbol y la casita.

También están, las treintañeras que deambulan por la ciudad buscando un amor. altas, delgadas, peinadas a la moda. Éstas, en particular, son las más reacias al encuentro masculino. Tienen aire de tener todo bajo control, pero son las más vulnerables. Se quejan de que no encuentran un tipo de su agrado, pero rechazan cualquier invitación que se les presente, siempre tienen un pretexto. Buscan en ese hombre que la invita a salir, o que la llama por teléfono, cualidades inexistentes que ni siquiera ellas las tienen. así van, lloriqueando por los cuatro puntos cardinales. Escuchan Arjona o Cold play. miran TV insomne, especialmente Sex and the city, Friends y todas las novelas de la tarde habidas y por haber (depende de la condición social, escuchan o ven una u otra opción) que atormentan sus mentes frágiles y masoquistas, para terminar clavándose tres dedos en la concha y pellizcándose el clítoris a las 3 de la mañana, llorando, puteando y recordando a ese novio que la dejó por alguna pelotuda más o menos parecida a ella…

La hay también lascivas. su mundo empieza y termina en el sexo. Dónde, cómo y con quien, no importa. Solo sexo desenfrenado…

Después hallé a las asexuadas, las “coje nunca”, las “Brigdget Jones” como las llamo yo. No les interesa el sexo en lo más mínimo. No se calientan con nada. Visten como si tuvieran sesenta años de edad, (aunque tengan veintitrés años). Odian la pornografía (les resulta repulsivo) y si llegan a pensar en tener relaciones, dicen que lo harían solamente con alguien que le sea correspondido…

Luego, están las divorciadas o viudas un poco mayores, que tratan de re armar su vida. Generalmente buscan un tipo acorde a su edad, pero también hay algunas a las cuales les importa todo un bledo y se buscan a un joven que les de sexo a troche y moche…

También hay algunas mujeres que les gusta jugar al gato y al ratón. por lo general, van por la calle abrazadas a sus novios o maridos, y cuando las cruzas, te miran como diciendo “libérame de este estúpido” y te clavan la mirada en los ojos hasta que pasás y te quedan dando al espalda. Este tipo de mujeres se encuentran también en bares, lugares de trabajo, colectivos, boliches, etc.

El mundo femenino es inmenso y profundo como el Atlántico, y estas líneas, son solo una aproximación subjetiva mía. Ustedes harán la suya.

2 comentarios:

  1. pero te quedaste corto, papá.... ja... ay ay ay

    y dónde están las del lado positivo? eh?

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