martes, 28 de diciembre de 2010

los guachos (poemas esquizoides y lados b)

ahora vés a un pibe con una remera de los smiths cruzar la avellaneda
y pensás:
alguien pudo zafar de las trampas
del guetto
del faso deportivo
del escabio
de los boliches ruidosos
de los autos tuneados
de las costumbres del siglo pasado
de los colegios religiosos que acunan
pendejas embarazadas en sus baños
del tren de la falopa autista de la tele
del cine 3d
del facebook
del twitter
de la paja virtual por web cam
de las jodas que empiezan choreando un malvón
y terminan faqueando violetas en sierra chica
de los corderos del señor
de las familias perecederas
de las bandas de rock que pone rock&pop en tu oreja
de los héroes musicales gimiendo en el salón blanco
y de la mierda que tenés pegada debajo
de tus zapatillas



hay gente que hace poesía con sus manos
hay gente que hace poesía con los ojos
hay gente que hace poesía con el cuerpo
hay gente que hace poesía con la nariz
y hay gente que hace poesía con su boca y con su lengua;
yo, por ejemplo, soy poeta.



en el laberinto del lenguaje
se oyen unos pasos
-ahí viene, ahí viene – alguien dice.

como una sombra
el silencio se erecta impunemente



¿será que la muerte trae la lluvia?

el día que leo murió llovió
el día que el ex presidente de la república murió llovió
el día que su abuelo murió llovió
el día que Fabricio se ahorcó llovio
el día que su hijo murió llovió
el día que el hermano de Luciana se ahogó llovió

ayer volvía a casa, y en la ruta ví un accidente de autos.
había un tipo descraneado sobre el asfalto;
a la noche llovió.



dios es polimorfo:
a veces es negro y usa una stratocaster
(o una trompeta)
otras, es un disco
como en interstellar space
o electric ladyland

en los 50´s fue abstracto
con su action painting
en los 60´s se paseó desde San Francisco hasta Nueva York
también lo vieron en Montreal, Venice beach, Mánchester y en Australia

solía apostar a los caballos y frecuentar los bares de Los Ángeles
tiene varios apellidos: Fripp, Waits, Mapplethorpe, Dalí…
nadie sabe donde vive, pero el mito lo dibuja como un ermitaño
que poda el impenetrable, o la selva misionera
y hasta se afirma que tiene un atelier en Santa María

sin embargo, anoche vistió el color
de una mujer africana y
me ofreció su hostia arrodillándose
en mi boca



A una chica que vivía en una calle con nombre de país

ella tenia la cintura (ancha) como el río de la plata
sus tetas eran dos enola gay muertos

fumaba philips morris
jamás había cogido con alguien

tenía 28 cuando se llevo por primera vez
mi pija a su boca

después de desacelerar nuestras ansias y dejarle
en un cofre el himen esquizoide
PARA SIEMPRE
me regaló el disco anoche, de los babasónicos;
en cambio, le dejé algo de semen en su panza



Frivolidad

una señora compra algo en el stand de cosméticos: la vendedora
le miente amablemente y ella sabe que ese producto no la hará lucir como a la chica del afiche
un tipo de bigotes compra un havanna a cinco mangos mientras otros almuerzan un jamón que pagarán en cuotas
un pibe se refugia en un rincón de una tienda de libros y lee algo de casas, de bukowski, de freud...

un tipo de camisa bien planchada cuida a su bebé mientras su mujer envía mensajes de texto a su amante desde el baño
tres pendejas imitan el acento del suburbio, se ríen. Revientan sus tarjetas en zapatillas y vestidos para llenar sus almas tristes de accassuso
un sarpullido en mi brazo derecho me anuncia que ya es hora de irse de aquí. en el estacionamiento la urticaria se acentúa al ver una toyota polarizada cerrarle el paso al pibe que lleva los carros del jumbo

eructo y dejo el vaho flotando en el aire



las palabras…
esos ladrillos que forman la pared del laberinto del lenguaje
las palabras…
soldados que se agolpan en la trinchera de la boca
las palabras…
espadas que se rebelan contra la dictadura del silencio




hasta que las pirañas sean vegetarianas
hasta que bostece el desierto
hasta que las mujeres musulmanas paseen desnudas por las calles
hasta que hierva el ártico
hasta que Egipto emerja colosal ante el vaticano
hasta que el capitalismo sea exterminado
hasta que los estériles tengan cría…

¡voy a lamer tu rosa intimidad!



quiero ver tu cara hundirse en la sustancia más agridulce
quiero ver tu ropa deshacerse como los relojes blandos
quiero ver tu piel tendida sobre mí
quiero ver tu boca enjuagar cosas que no hay para decir
quiero ver a la pequeña muerte
lamiéndonos

¡quiero ver!



tu doppelgänger no te deja vivir,
(ahoga la escasa luz)

la niña blanca, es un señalador dentro del libro
de la biblioteca del terror en cuyos estantes se apila
el miedo peor

tus bastones, (ambulatorios) y escapatorias son doctores…
(que son los peores de formación)

(así la vida, no es vida)
aunque hay un viento que sopla lento y
enciende el fuego del sueño mejor

y las tormentas intermitentes ya no parecen tan invencibles,
es que pudiste largar el ancla, subir velas y navegar

hoy miro al cielo
(color tu nombre)
en este día sin tempestad



puedo cortarte los talones y beber la sangre
(¡oh, precioso ganges más oscuro!)

puedo amputarte un brazo y
los canguros tendrían erecciones

puedo quitarte el pelo, así la noche
no tendría envidia de vos

pero tus ojos…
¡ah, tus ojos…!

¡espejos de mi universo!



avalancha reptante por
el cause del esófago;
los músculos se contraen y empujan
con la fuerza del mil olas
la boca es un collage de gustos
(Páez Vilaró se amputa las manos de envidia!)

la cabeza es un marshall al mango
los colores aturden la vista
los sonidos ensordecen la voz
mientras una caravana de elefantes
se sientan sobre el cerebro.




G

volveré a buscarte con un delantal amarillo
atado a tus tobillos, un arpón.
creer en vos, quizás no
oscuro pasillo
naufragios eternos flotando sin caer (jamás)
veremos un cajón cerrado al lado del camino (walking)
te tengo presente continuo y pasado simple
i had you love (basta de abstracción!)
i would like to tell you that i…
where are you now? waiting for someone..
i would like to...
escalaría con vos ese paisaje de escaleras y así
criar un buzo antártico que
flotara en el cyber espacio
maybe you, maybe i
(ai lav ju:)



La soledad se masturba usando su mano muda
mientras observa la pornográfica melancolía…



el tiempo te ha desfigurado la cara
como una navaja malvada

la melancolía ha roído
el color del recuerdo

mi memoria plays tricks on me y
tu nombre ya huele a humedad



pezones rotos
un gore mental

tu cuerpo habla
como en the ilustrated man




tu beso es una imagen borrosa en
la marquesina de mi memoria,
tu nombre sin luz de neón
sin luz





indescriptible

¡no puede ser! ¡indescriptible!
corazón hundido en el lago del microcosmos of love
(¡qué abstracto!)
latidos ambivalentes socorren un día amarillo-bordeaux
(quizás seas vos, quizás sea yo)
tu león en la cama se enfrió y ahora vomitas tensión.
(passion and warfare)
can you understand? please!
ciegos de razón (corazón mutilado, y al lado un baño)
oscuro decir (pensar) quizás sea yo, quizás seas vos
forgive me or forget me…




ese suzuki fun jamás va a manchar su
asiento trasero con semen
ese suzuki fun jamás va a cruzar
un semáforo en rojo
ese suzuki fun jamás va a quebrarse las piernas en
una colisión; sólo se desfigurará con el révlon
ese suzuki fun jamás va a bendecir su interior con
el incienso de bancalari
ese suzuki fun jamás va desconar sus parlantes
oyendo no surprises
ese suzuki fun jamás se va a indigestar en una
parrilla en dolores
ese suzuki fun jamás va a zigzaguear ebrio
por ruta 8
ese suzuki fun jamás va a sufrir un pannic attack, pues
su analista le enjuaga los sueños con psicoanálisis salvaje
ese suzuki fun jamás va a dejar de estacionar en umma
ese suzuki fun jamás va dejar de gastar sus ruedas por el empedrado
de san isidro
ese suzuki fun jamas va a bajar ni un tono a su rubio ceniza
ese suzuki fun sólo detendrá su marcha para checkear sus siliconas
en el consultorio de algún cirujano cocainómano



estoy estacionado en la puerta de disco
su cartel rojo, enorme, iluminado desde atrás
hace resaltar las letras blancas

afuera hace frío (adentro también)
afuera el aire esta pesado (adentro también)
afuera esta nublado (adentro también)
afuera llueve (adentro también)

las gotas corren por el parabrisas y
se ponen la traba
entre ellas

escucho king crimson a los re pedos
y los parlantes distorsionan

la gente cruza corriendo la avenida,
yo los miro

suspiro

el wah- wah de fripp me dispara
estas palabras



el asado ya fue, ahora se acumula
en nuestros estómagos

oímos ac/dc desde un parlante hecho mierda
aparecen anécdotas, fantasmas y gente desde el
otro lado de la niebla
nos reímos

alguien trae el postre y
cruzamos la realidad sin tomarnos de
las manos
los pibes aspiran y fuman y son
las piedras que usan para cascotear
la mierda que llega en olas

ahora hablamos de cuando alborotábamos
las provincias envueltos en canciones y
tetra-brick

-en mar del plata nos corrieron. hacía un frío
de cagarse. fuimos en una combi que nos dejo re tirados;
volvimos colados en un camión…

-en olavarria se pudrió… fuimos al pedo…

-en river me corrieron con un cuchillo…

-yo fui el domingo y tocaron con las luces prendidas…
empezaron con un ángel para tu soledad





el día que marzo se lleve el verano
entraré al desierto
(¿mi casa adoptiva?)
el réquiem será una fanfarria

ahora siento el viento, aquí, adentro mío
aún sueño con arañas, vos con insectos

(el viaje al corazón de la basura lo hice por mí)




mientras ella habla sobre flaubert
me dan ganas de vomitar

algunos la consienten
y yo huyo
mi mente se fuga
se hunde en el inconsciente

ahora ella habla sobre su hija
que está en Paris
yo me hundo en mí
me siento tan abstracto como una muela cariada
como una baldosa aislada
“…y cuando uds vayan a nueva york…”
¡cuándo mierda vamos a ir nosotros a nueva york!

ella ignora la sensación de hambre en mi estómago
 ignora mi delgadez “due to” relámpagos, truenos, lluvias y tormentas
ignora mis puteadas cuando suena la alarma del celular a las 7am
ignora las zapatillas rotas y los sándwiches que almuerzo sentado
en un banco en dique luján mientras leo o duermo en el auto
ignora mi cansancio físico y mental
ignora mi rostro agotado de ser azotado por el viento
 ignora la falta de liquido en mi tobillo izquierdo el cual hace un ruido horrible al moverlo

ella continúa hablando en su inglés ortodoxo y mal pronunciado mientras
miro la ropa interior de una compañera que sobresale del pantalón
suspiro
soy anverso y reverso
mis pensamientos siguen cayendo como alicia por la madriguera

estoy agotado como debieron estar los egipcios que
construyeron la pirámides

pienso en mis compañeros y me dan náuseas;
sus ropas
sus modales
sus posturas
la educación les roe la mente
ligan un colegio y se convierten en
educadores low fi
te los cruzás en el pasillo
y te saludan:
“how are you”
“why didn´t you come...”
me seca...
y pienso:
“otro eslabón para la cadena...”


ahora ella habla sobre un cuento; todos se ríen y dan
su opinión
yo oigo y no
estoy aquí y no
(mi campo psicológico no coincide con el ambiental)
miro la mancha de grasa debajo de la
uña del dedo índice izquierdo
miro el celular y son las 21.03
es miércoles

me hamaco en la silla y miro
el vaso de café vacío sobre mi banco

la observo y trato de imaginarla desnuda
supongo que debe tener tantas arrugas como sábana
de hotel alojamiento después de un turno
de 8 horas, todas bien marcadas
y apestando
a piel de elefante
de iguana
de tortuga

veo su ropa
tan formal
tan square
comprada en algún lugar de la calle Belgrano

estos pensamientos me hacen doler la cabeza
en el entre cejo, pero en el lado de adentro del cráneo
deseo un mazazo ahora,
deseo un mazazo como el que le dan a las vacas para matarlas

ahora me rasco el mentón mientras pienso en cecilia y
en las huellas (rojas) que deja
tras el paso de sus uñas por mi espalda
pienso cuando veo las huellas en
el espejo; la puteo
ella ríe, y dice: y qué?
y qué?



Las conchudas de
plaza serrano
con sus “tienditas progres”
jamás sabrán oler el Ganges
del reconquista
ni el orín
del
hospital de pacheco
ni lo nauseabundo
de
la fruta podrida y
la carne en
descomposición
y
la sangre seca
en
la vereda lamida
por
los perros.

ni los travestis
de larralde
ni las paqueras que
chupan pijas
detrás de
los árboles,
ni los crotos
ni los borrachos
sabrán ver.
¡no!




los starbucks
los burguers
los sándwiches en san telmo
tu perra…

tu perra que nos miraba mientras
culeábamos…
movía la cabeza de derecha a izquierda como
intentando entender que mierda hacen dos cuerpos moviéndose
sobre una cama

pienso en cuando chupabas la pija con
cara de asco.

después me preguntabas “¿por qué no podés acabar?”

ahora te estás anoticiando












2005/ 2010

miércoles, 22 de diciembre de 2010

esdrújula

ahora lavás tus dientes con nafta y sabés
que todo lo que hiciste anoche
no sirvió de mucho;
ni el humo que masajea tu mente
ni lo pegajoso de tus recuerdos
pueden empujarla al pozo del olvido

ahora que los pibes oyen dread mar i
en sus autos tuneados,
vos ponés música
de morphine a los cuentos de Onetti;
dentro de tu cabeza invocás su nombre tres veces
y lo exhalás por la nariz como el humo de este porro




son las cinco de la tarde
supongo que te estarás levantando

supongo que habrás encendido la radio,
abierto el ventanal y asomado al balcón.
también supongo que estarás poniendo la pava
en la cocina, y que habrás encendido tu
primer lucky del día.

ya te veo, sentada en tu cama
mirando al sol mientras la iglesia te muestra
su costado más enmohecido,
mientras tus rulos alborotan tu cabeza

y yo…

yo, supongo, tratando de entenderte,
(o de olvidarte)
sentado frente al Paraná
leyendo a Girondo

también supongo que por capricho (o por escape)
estoy en la orilla de este río
viendo como un ultramar se impone entre las aguas,
y el puente(más allá) dejando pasar los autos que van y vienen
como hormigas sobre su lomo de concreto.


a la velocidad de la luz
creciste sin casa;
en la escuela del frío
abanderada del silencio

tus guirnaldas de la histeria,
tu mejor vestido;
tus mantas del miedo, el abrigo mejor

en la adolescencia de la duda
la incertidumbre te besó
y ahora la niebla es
un cangrejo en tu mente

(todo tu futuro es de reptiles)



anoche alguien jugó a la ruleta rusa
pero en lugar de cargar balas
puso bocas, besos, lenguas, insípidas tetas,
vaginas con olor a bóveda, arañas,
recuerdos careados, ausencia, silencios,
fuego, y porno-mortajas-ebrias al tambor.
sin embargo, hacía tanto frío que las balas no salían.
el frío postergaba el juego-suicidio.

entonces alguien llamó.
miró a todos lados, pero no había nadie alrededor.
busco, miró, pero no encontró a nadie.
buscó y miró.
buscó y miró.
al fín recordó que sus ojos habían quedado en su casa
(en la de ella)
allí, en donde la ducha no debía de demorar
más de cinco minutos, sino,
el calefón se apagaba.



esta ausencia tan presente
este silencio que grita
este frío que arde
esta quietud inquieta
estas palabras que mastico
este desierto que me orina
                                 los ojos



anoche fui hasta el río
allí estaba nuestro banco: roto
alguien lo había destrozado
el asiento estaba sobre lo que alguna vez fueron sus patas
estaba ahí, inerte, inútil, inmóvil
alguna vez nos sentamos en él y contemplamos el río
el sol estaba tan lejos (esa vez) que hizo que te pusieras tu campera

mientras caminábamos (en silencio) por la orilla
vimos los peces muertos y una sustancia roja salir de la alcantarilla

ahora en la tele pasan un video de David Bowie;
estoy cruzado de piernas y tengo un pantalón negro:
lo usaré hasta que los reptiles abandonen tu casa
y el silencio deshabite tu boca



como una sombra
el silencio se erecta impunemente


















septiembre/diciembre, 2010

jueves, 16 de diciembre de 2010

El exilio de la conciencia


Cuando la realidad se evapora
entramos sonrientes al mundo de mil pozos
y exiliamos nuestras conciencias

entonces nos descarnamos
(la materia es un saco viejo)
y ahora somos…



La joroba en la boca
la saliva, una mochila
los floreros
un agujero
es mi espalda;
seis horneros.

es la alcoba una soga
que destapa la fragancia color ciego;
un remero

chapuzón de liendres
antenas corroídas por la risa
tres espadas
siete agostos, seis mujeres
una boca habla desde el fango
un hormiguero
cactus rotos
cenicero

la mañana siempre ajena
aúlla horas, muerden cerros
cuello
patio
diez cerebros
blanca bola
costurero
llamas rotas, piel de ganso
chupa hierro, cruel anzuelo
mediodía sin destino
soñar con los codos abiertos
humo
risa
grito:
entumecido colibrí!



Un eructo
el choque de un cuerpo contra el piso
un par de testículos golpeando contra una vagina
la aspiración por la nariz
el papel del cigarro ardiendo
el llanto de alguien
la frenada de un auto
el zumbido del viento

pueden ser música…



Cuero
cuero negro
cierre largo en sus botas negras
alta
delgada
largo pelo rojo
ojos celestes
dominatriz infantil
látigo cognoscitivo
placer…
placer…
placer psíquico…
placer…
placer…


Esos pies blancos
tan oscuros
salvajemente inocentes
tan católicamente psicópatas
erectan la (mí) oscuridad
y desde ahí…



A qué sabrá tu concha?
a río?
a sudestada?
a muelle?
a sauce?
a camalote?
a cardumen de bagre,
de boga,
de patí?
a otoño sin hojas?
a lluvia de verano?



El carnicero estaba muerto
el paseador de perros estaba muerto
el conductor del auto también lo estaba.

el deportista estaba muerto
el mozo estaba muerto
el transeúnte también lo estaba

el arquitecto estaba muerto
el travestido estaba muerto
el taxidermista también lo estaba

el biólogo estaba muerto
el maestro de primaria estaba muerto
el empleado de la estación de servicio también lo estaba

el policía estaba muerto
el marinero estaba muerto
la ciudad también lo estaba

el cuidador de autos estaba muerto
el empleado municipal estaba muerto
el presidente de la república también lo estaba

el músico estaba muerto
los escritores estaban muertos
la tarde también lo estaba

los amigos estaban muertos
los afectos estaban muertos
los padres también lo estaban

sin embargo, el estaba vivo
pero él no esta aquí
aquí, sólo están los muertos



Aquí, alguien muerde unos labios
y usa su lengua como un puente
hacia otra boca

aquí, alguien muerde un clítoris
alguien lame un pene
alguien se masturba en un solitario baño
alguien copula
alguien inhala algo
alguien pone algo debajo de su lengua
alguien exhala humo por la boca
alguien nace en la intemperie
alguien muere en un hospital
alguien duerme
alguien despierta
alguien recuerda
alguien olvida

aquí, (desde un balcón) presenciamos el exilio
de la conciencia, mientras la cúpula de la iglesia
nos da la espalda.











Mayo/ diciembre, 2010

martes, 7 de diciembre de 2010

an´plagd

Algo se desprende dentro tuyo
y suena como si fueran bloques de atmósfera pesada
como concierto de cangrejos
como el coito de hipopótamos
pero también puede ser
sólo el silencio en ebullición



Dos ovejeros corren por la costa cubierta
de basura y piedras;
el viento que viene desde el río
trae un aroma a barro dulce,
entra por tu fosa nasal
y dibuja un color antiguo en tu mente



En la bajamar de tu locura
te sentás a la orilla del río,
mientras el viento te caga a patadas la cara
oís de un saque
in the court of crimson king
the wall
y mechanical animals
pero la catalepsia de tus ojos no se va




Ahora llega el tren de la angustia
y te pone en el altar de la desesperanza

Subido al techo del vacío observás tu valle de calambres
en la espalda de los besos que rompieron tus tobillos mientras
corrés y te preguntás si tu pija es una brújula o un escapulario
que se desprendió de la intemperie salvaje o del jardín intimo.

Los días son pedazos de polietileno
que pesan como búfalos
mientras arrastrás tu cuerpo a bares que curan
o matan, depende de tu risa
o de tu…


Quisieras hervir una silla y tragarla
por el agujero negro de tu espalda

quisieras un mazazo de soles en donde
se hamaca la anatomía que una vez fue fuego
y ahora es una sombra funesta hecha de cenizas
del futuro

Quisieras que dejen de llover iguanas
pero sólo tenés un cactus para cubrirte y lo usás
como un espejo para ver tu autopista de present simple

quisieras descarrilar tu mente pero estás tan cansado
que terminás viendo la pecera al oeste de tu estupidez


ahora el viento te deja el delirio con las llaves puestas
en el furgón de tu alienación, y no hacés más que un anagrama con crayón
mientras te servís un vaso de disociación



Hoy, sólo por hoy
querés una cordillera de abrazos
pero salís a la calle y ves
llover iguanas
entonces pensás,
¿Para qué?
si todo te hace sentir
como una ballena varada
en la alcancía de la ausencia
como un carnaval en un cementerio indio
como un boxeador dentro de un bolsillo
como un buzo en el borda
como un cáncer en un auto mac
como un astrónomo en un pozo ciego




Tenés un spot encendido debajo de tu mentón
pero la sombra sigue tatuada en tu mano.

Te aprendés los acordes de tu locura
y los ponés al mango en una hoja;
después serán oraciones que alguien leerá

Estás tan seco ( adentro), en algún lugar de tu mente,
que pensás si sos impermeable
o los domingos tampoco



En los agujeros negros de tus resacas
reptan todos tus odios
pero hasta aquí llegan los bostezos y
todo queda como era

en el mesozoico de tu memoria
danzan un par de risas oscuras
y te meás encima


Las nubes se arrastran através del cielo
con su panza hacia el sol mientras celebrás
la catalepsia de tus ojos y rogás una víspera de feriado
para la despersonalización de tu mirada



Sentado en el banco atemporal
te preguntás si vale la pena
jugar a ser docente
o hundirse en el mar
mientras los reptiles
chorrean baba en tu nuca


Te ponés tu remera más abstracta
y vas a la máquina de la perpetuidad de la historia,
ahí te aturdís con personas y libros que no te interesan

sólo pensás en montar el caballo de la inconsciencia
y llegar al kilómetro 4 millones de tu soledad
y allí, armar una carpa, encender un fuego y pescar
las voces de tus ancestros mejores
y fumarte (tu) LA NOCHE



entre las dunas
de tu desierto interno te sentís acompañado
y ese árido acople
lo llevás tatuado

 

Llenás tus domingos de libros y vasos
hasta que el viento o el fuego
le quiebren las patas a los reptiles



Acaba de pasar un ultramar cargado de noche
sobre tu pecho,
pero no te quejás:
tu sangre todavía coagula.













octubre/diciembre, 2010

lunes, 6 de diciembre de 2010

presentación antología



estan todos invitados!!

Aclaración: es en tigre, porque el flyer no lo indica

lunes, 15 de noviembre de 2010

E-S-T-O E-S P-O-E-S-Í-A




este blog fue pensado como expresión de la palabra escrita, llámese en este caso poesía.
este video tiene referencia a esta última.

el indio solari, haciendo post cruxifición, de pescado rabioso.

disfrútenlo

lunes, 1 de noviembre de 2010

El jardín íntimo


i

 
Música

 
Toda la alegría íntima ocurre bajo el techo
de la intemperie salvaje
La marginación única bebe de la elegante soledad, de la locura;
esa corona que sólo se recibe de
la maratón de los excesos

de todas formas, ahora tengo
mi propio cementerio

 
ii


Un té de uñas mordidas
masitas de trueno

un mantel de atmósfera colorinche

invitados invisibles
conversación muda

 

iii


El silencio no se quiere mudar
la soledad debe meses de alquiler
y la ausencia compró este asiento por vos

Los recuerdos se permutan por paranoia
dark-mood-shoegaze-rain inside-rain outside
y el viejo inquilino del alcohol toca el timbre
                                                                 otra vez

el pensar es una araña que sonríe con pereza
es tan larga esta noche con contraindicaciones
que los mapas de la sangre ya sufren gangrena

 
iv


Tu piel es como un pesquero japonés
yo, soy la ballena

tu sexo es como el vesubio
yo, soy Pompeya

tu mirada es como las llamas
yo, soy Juana de arco

tu lengua es como Charles Manson
yo, soy Sharon Tate

 

v

 
Descuida mal al hombre
descuida mal su mente
sácale el sol de enero
niégale tibia leche de tu cuerpo

ninguna hoja es del viento
ya que él las aquieta hasta en la vida
ninguna hoja es del viento
menos la sombra del sol

ayer que un hijo deshiciste
preserva ya tu cuerpo
descuídalo de drogas
reprímelo
niégale el áurea mismo de tu sexo

 
vi


Ahora la guirnalda de ratas en tu techo
baila y arremolina en tu memoria
ahora usás pantalones negros porque
estás de luto desde la cintura hacia abajo

ahora masticás recuerdos y te idiotizás
en el cruel jolgorio de mirar el río sin freno

ahora te vestís peor en el carnaval del
silencio del sexo
ya no más fulgor, ni vaho ácido-amargo-salado
comiéndote la nariz
ya no más...
ya no más...

 
vii


No sé si me falta un brazo o estoy anoréxico
no sé si estoy deprimido o han acuchillado al sol
no sé si visitar Júpiter o eyacular en tu hombro izquierdo
no sé si despertar un flamenco o destornillar todas las voces
no sé si me duele el hígado o han llovido martillos
no sé si descifrar tu mente o hundir mi lengua en tu tibia intimidad
no sé si cantar con las manos o invadir Formosa
no sé si sostener el universo o incendiar tu risa
no sé si quitarme la piel o jugar con arañas
no sé si vomitar crisantemos o ignorar a un mendigo
no sé si es jueves o masticar cenizas
no sé si dormir con cecilia o arrojarme desde su ventana
no sé si adiestrar focas o apagar el velador
no sé si la noche se desnuda o yo desnudo (mi) la noche
no sé si esquilar ovejas o sobornar al analista
no sé si cenar con amigos o imitar a sylvia plath

sólo sé que hay un feto podrido en el ceamse; y la anarquía, ha
conquistado mis ojos

 
viii

 
Hundir la lengua en la concha del recuerdo
besar las tetas de la melancolía
copular con imágenes borrosas hasta llegar a la extinción
la saliva enmohecida cubre la boca
escupir gemidos, masturbar silencios
arañar la espalda paranoica
eyacular en el cuello de la imaginación

necrofilico, yo

 
ix



 
El primer paravalancha tiene la piel fría y verde
el segundo, es etéreo y sabe a césped incendiado
el tercero, se encuentra en agujeros que sólo se llegan con la brújula de la pulsión

y cuando no alcanzan para frenar la avalancha
me quedo en cuclillas
(con un ojo cerrado y otro abierto)
y espero que pase la tormenta

 
x

 

Estoy seco como los huesos de Rimbaud
solo como cactus en el desierto
vacío como útero sin feto
podrido como queso al sol
quieto como la pupila de un
rinoceronte muerto

 
xi

 
Promesa


Guardar los cuchillos (ya sin filo) en el cajón más hondo
atar los perros, así no mastican a los crisantemos
desechar el traje de inocente Landrú

ahora la ingravidez es mi amiga (quizás la única)
(el recuerdo tiene badenes en mi memoria)






 



    junio/octubre, 2010












lunes, 25 de octubre de 2010

Polaroid

Exhausto, agotado, abandonado en un rincón, había quedado el adoquín después del último grito. Respiraba entrecortado y miraba atónito como sino entendiera.

De niño fue testigo de la civilización y de como ésta construyó casas, veredas, conventillos y familias a su alrededor.
En su juventud presenció parte de la historia, algunas inundaciones, desfiles de borrachos que vomitaban sobre él, y chicas que guiaba hacia Colón al fondo.

Después llegaron los caballos, que con sus herraduras mal puestas lo lastimaban. Entonces, con ingenio, el se movía entre la arena, haciendo un pozo, y cuando los caballos volvían a pasar cedían sus patas ante el hueco y caían pesadamente sobre la calle. El dueño del caballo hacía traer un carro, en donde era llevado el equino hacia su sacrificio. ¡Cuánto placer y diversión le daba hacer esto! Mientras el caballo se alejaba entre relinches hacia su muerte, él se reía por su venganza.


Él odiaba los veranos. El sol recostaba sus rayos sobre su cara y esto lo sofocaba. La humedad del ambiente, por estar cerca del río, se hacía insoportable. Era cási una tortura.
En cambio, amaba el invierno. Las nubes eran un refugio. Desde el cordón de la vereda, que lo cubría de la lluvia, él contemplaba el paisaje urbano de la ciudad.


Él siguió creciendo y también la ciudad. Cada vez había menos casas y más edificios, y más autos y menos caballos.
En una época, llegaron hombres y camiones y se llevaron a varios de sus compañeros. Él les escribió a algunos de ellos, pero jamás tuvo respuesta.

Después de los hombres y los camiones, vino el hambre a la ciudad. La gente salía a las calles y saqueaban los negocios y los supermercados. Tuvo que soportar las manifestaciones, las botas, el humo y la sangre.

Años más tarde, vío como las fabricas a su alrededor se ponían viejas y sin humo en sus chimeneas; sus puertas se oxidaban y los trabajadores que entraban por ellas en las mañanas, ahora abrían las bolsas de basura de la plaza céntrica.

Un día volvieron los hombres y los camiones, pero éstos, vestían overoles y hablaban en guaraní. Empezaron a sacarlos de la calle y luego fueron puestos en el acoplado. Él y otros fueron a una cantera en Escobar en donde los limpiaron; después los llevaron a un hipermercado.

El destino lo llevó a un barrio en el cual para entrar pedían documentos.
Un afeminado paisajista lo vistió de moda, y lo puso en un cantero con flores y plantas traídas desde Luxemburgo. Allí en el patio de la casa de su nueva vida, había una piscina con luces, un deck, y dos labradores asexuados.

El dueño de la casa llevaba las camisas bien planchadas. Siempre hablaba sobre economía, mientras su mujer se desfiguraba con el revlon todas las mañanas antes de ir a su consultorio a atender pacientes terminales.
Él solía oír conversaciones como:
-El tipo de la obra social ya no da más…
-Mmm...
-Él insiste con las dosis…pero no… es tan bueno…
-El martes cenamos con Jorge en el jockey club, es el aniversario de…


Él vió un par de veces llegar a la mujer a la casa, en un auto que no era el de su marido.
Desde el patio se oían las risas ebrias y a Barry White susurrar en formato digital.
Esto sucedía por lo general, cuando el marido no estaba en el país, o cuando éste jugaba golf los jueves por la tarde.
Pero él no se inmutaba, por que ahora podía disfrutar de estar rodeado de flores perfumadas, césped bien cortado, y de regaderas que lo refrescaban con agua filtrada en verano.

Pero un jueves, el partido de golf se suspendió sin aviso y el dueño de casa volvió antes de lo previsto.
Él oyó, desde la casa, unos gritos y el ruido de algunos objetos al caer al piso.
Entonces vió al marido salir de la casa yendo en dirección al cantero. Él cerró los ojos, y se cubrió con las hojas de unas plantas, como ocultándose, pero fue inútil. Sintió como era sacado de la tierra con furia. El pulso acelerado y el calor ardiente de la mano, lo hizo estremecerse.

Ya en la casa, vió los muebles en el piso y ropa interior de mujer en el sillón.
Entonces pasaron por la cocina y por el living y subieron por las escaleras hasta las habitaciones.
Lo último que recordó fue su cara chocar una y otra vez contra los bellos ojos azules de la doctora Buried.

Al despertar estaba en un rincón de la habitación, todo sudado y sangrando. Minutos más tarde oyó una sirena y gente que entraba a la casa mientras hablaba por radio.
Antes de desmayarse creyó oír:
“Llamen a la científica, tenemos dos cuerpos con los rostros desfigurados y otro con un disparo en la cabeza”

El sol brillaba como nunca desde el oeste, y el silencio acariciaba con énfasis, cási como masturbándolos, los lomos de los labradores.



                                                                                                                                    


                                                                                                                                          octubre, 2010

sábado, 25 de septiembre de 2010

¿Adónde van los patos del lago?

Es sábado, hay sol. La gente pasea por la calle peatonal de esta ciudad arrodillada a los caprichos del Luján. Nada nuevo, nada distinto a cualquier otro sábado con sol. Turistas con sus cámaras. Motos y autos que avanzan a paso de hombre y los porteños que hacen cola para comer en parrillas sin fumigar. Un cartel anuncia un festival de música y arte en el polideportivo municipal. Una bicicleta amarilla impulsada por mi motricidad me lleva hasta ahí.

Desde afuera del polideportivo el sonido es increíble. Te aplasta. Desde la puerta veo un escenario gigante, casi como del tamaño de cualquier show internacional en estadios. Al entrar hay un cacheo por policías. Le digo al policía que me está por revisar, “tené cuidado con lo que tengo en la mochila, es peligroso” el tipo con cara de asombro me dice “si es así lo voy a tener que secuestrar”, abro la mochila y le muestro un libro de cuentos de Cortazar, a lo que él dice “¿Cortazar?” yo me río, cierro la mochila y entro. Si hubiera sido en otro época, esta crónica no podría haberse escrito, pues ya no estaría acá, ni tampoco el libro, quizás lo hubieran quemado como en Fahrenheit 451.

El lugar esta rodeado y poblado de policías, por lo que veo, calculo que habrá tantos policías como público presente. La organización es destacable. Un escenario central dividido en dos partes, luces audio rítmicas, cámaras, sonido de primera, una grúa con cámara aérea, puestos de comida, puestos de información sobre el evento, carpas con talleres varios, rampas para skate y bmx Freestyle. Una radio transmite en vivo el evento, otra muy conocida lo auspicia, baños químicos, puestos de primeros auxilios.
Cada 20 minutos hay una banda distinta tocando sobre los escenarios. Todo muy organizado, casi cronometrado.

Hay familias con sus hijos, músicos, amigos de músicos, organizadores, fotógrafos, gente en gral; todos deambulan por el predio yendo y viniendo disfrutando de su tarde de música y arte.
Algunos toman mates sentados sobre el césped de la pista de atletismo, otros hacen pogo al borde del escenario, otros miran volar bicis por el aire en la pista frente al escenario principal.
Pasan los músicos con sus ropas, sus modales, sus clichés: hay punkies, hay metaleros, hay pseudos hippies, hay skaters y bikers, todos en armonía y fraternidad.

Desde arriba del escenario las bandas agradecen a los organizadores y al intendente por el evento y su apoyo para los músicos y artistas locales.
Se suceden los “gracias intendente”, “esperemos que se repita el año que viene”, “hacía falta este espacio”. Yo observo con melancolía todo lo que sucede. Melancolía por el contenido, por lo que hay arriba y abajo del escenario. La demagogia de los músicos es mucho peor que ligarse un cáncer. “este tema esta dedicado al sr intendente que…” me seca… me seca…

Mas de lo mismo, poco de lo menos...
Mucha música, poco rock, o mejor dicho nada de rock…

Encuentro a un pibe que toca en una banda, lo conozco desde hace años, me regala un demo que grabó con su banda. Le prometo oírlo y comentarlo en la página de su grupo.

Ahora anochece. Vuelvo a casa. El policía que me revisó, todavía está en la puerta ahí parado. Pienso en que materia habrá fallado en sus estudios, para abandonar la escuela y vestirse de azul.

En casa pongo el disco en la pc y lo escucho. Confirmo lo escrito anteriormente: mucha música, poco rock...
Voy hasta la heladera, abro una botella preferida y brindo por el escopetazo en la cabeza de Kurt Cobain, mientras empiezo a poner palabras en este papel virtual.




















                                                                                                                                     Septiembre, 2010.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Empty eyes

Mi culo de treinta y un años está hundido en el sillón. Hago zapping por la tele y no hay una mierda. Pulso el botón hasta llegar a i-sat: están dando una película con Daniel Hendler y Jazmín Stuart. La mina esta buena... él hace de un actor medio pelotudo y freak. Dejo la peli, igual no le presto mucha atención. Miro mis pies apoyados sobre una silla, cubiertos por medias negras. Ellos están ahí, sin moverse, como yo, como mi culo.
Es sábado, son las 22.20, y la verdad, me importa poco. Estoy en casa, solo. Y me gusta. Toda la casa para mí. No hay ni una gota de ruido. Nada. Nada. El único ruido viene de a ratos desde la calle. Los pibes pasan con sus motos y sus escapes preparados y hacen un quilombo terrible. Por ahí algún perro ladra, o alguna bocina...no mucho más.

Daniel se prepara un porro: pone la yerba en el papel, la acomoda con los dedos, lo empieza a cerrar, lame un borde, lo cierra. Los sacude de un extremo muerde el contrario. Escupe el pedacito de papel y luego lo enciende. Pita y mientras larga el humo, se inclina con su espalda hacia atrás en un sillón. El está solo en su casa también, como yo, y esa imagen no me hace sentir tan solo. Después del porro se pega un trago de whisky. Alcohol y porro. Y mujeres. ¡Qué bella constelación! Eso me recuerda a ciertas noches sin bordes, de amaneceres abstractos y surrealistas junto al río... cuántas veces crucé el fuego de los paraísos artificiales, sin mirar, y sin red. Cuántas veces maneje ebrio hacia ningún lado, solo. En realidad, tan solo no estaba. Siempre habia alguien sonado por el estéreo. Y dependía del ánimo. Así se turnaban Tom Waits con Nick Cave, o manal, o Calamaro, o pescado, o Morrisey, o Lennon, o Brian Ferry y su voz particular. ¡Qué banda Roxy Music, la puta madre! Recuerdo ir por la ruta 202 totalmente ebrio y oír la voz de Ferry entre orgia de acordes de Manzanera e Eno… y mis ojos… tan fijos, clavados en el asfalto, ahí, no más del capot del auto, pero más allá del infinito…

Cambio de canales hasta llegar hasta los de videos musicales. Me detengo en uno en el cual esta dárgelos hablando. El pelotudo de hobby de fino le pregunta pelotudeces (y esto no es una redundancia) el tipo cada vez que lo vi haciendo entrevistas, siempre, pero siempre, pregunta estupideces, y el entrevistado lo mira como diciendo: este tipo es un boludo. Pero él no se inmuta y sigue con su sarta de preguntas entúpidas. Dárgelos le habla sobre literatura y el le pregunta como ve al rock actual…
Mientras tanto, yo me hundo más y más en el sillón.

Entonces, como si no quisiera, como un asalto, como un relámpago, recordé que día era.
Un año atrás, justo un año atrás, la conocía. Y entonces me desabrocho la memoria y dejo a la vista todos los recuerdos. Y recordé todo, TODO. Y me sentí un infeliz, y un pelotudo. Pero lo más loco, e insano, es que recuerdo lo que no sucedió.
No puedo no pensar en ella sin recordar su casa, su perra, su cocina llena de cosas diet y la metro a los pedos a las 6 de la mañana que usaba como despertador. Tampoco me olvido de la vista que tenia desde su ventana.”miro los edificios, pero ninguno se parece al tuyo”, escribí una vez, y es verdad. Y es verdad.
Ahora sólo quedan cenizas de todo eso, y esto no es poesía. Es realidad.

De repente, mis pensamientos me vuelven, o me devuelven al presente. Y me veo aquí, en un sillón haciendo nada. Desvarío un rato más con los recuerdos, pero después de un rato me aburro. Me levanto y voy al baño. Vuelvo al sillón. Cambio de canal otra vez y no encuentro nada que me entretenga. Me dejo llevar por las imágenes y los colores de la pantalla. Y pienso: que estará haciendo ella, hoy, en el aniversario de la nada, de lo que no fué, de lo no sucedido. ¿Me recordará? No lo sabré jamás. Pensé en enviarle un mail, pero... ¿Para qué? ¿Qué escribirle? ¿Qué palabras poner de algo que no sucedió? Es como recordar el futuro. Me quedo pensando en esto por un momento. Y entonces me viene a la mente una frase: ¿quién escribirá la historia de lo que pudo haber sido? Y eso me consuela, o me desconsuela. Ya no se que pensar.

Piensa en mi, no soy un loco escondido que no alumbra más, canto.

Vuelvo a poner la película. Hendler deja dormir a Stuart en su casa. Ella le pregunta si tiene porro. El saca de un mueble una bolsa y le convida. Ella prende el porro y se sienta. El dice que se tiene que ir a hacer un laburo, ella, le pide el control remoto de la tele. El, se lo da y luego sale. Ella se queda sola en la casa, fumando y mirando tele.

Ahora son las 23.30 y sigo solo. Paso los canales y no encuentro nada. Ni una puta película. Pienso en salir un rato. Pero, ¿adónde? Descarto la idea. Ya me conozco. Si salgo, mañana no me levanto. Es más, no se si vuelvo. Así, que voy hasta la heladera y saco una caja de hamburguesas. Enciendo la cocina y las meto en el horno. Me sirvo un vaso de agua. Bebo. Dejo el vaso en la mesada. Y pienso: como cambian ciertas cosas... noche de sábado, y yo, en casa y bebiendo agua…







                                                                                                                                 







                                                                                                                                                Julio, 2010

viernes, 3 de septiembre de 2010

La beatificación del silencio

Parte primera


i


Me apuñalan tus gemidos

afuera, la lluvia sangra.

Bella acróbata

(1200 formas)



Muerde piel

muerde carne

(se ahogan manos)



La inconsciencia, nuestro látigo mejor

que no marca, sólo quita el dolor



Olores

sabores

viscosa es nuestra piel.


ii


Un silencio encriptado

una mirada fugitiva

las manos sordas



Los huracanes dejaron sed

y hambre esparcidos.



Tengo aquí en mis manos

un faro que alumbra con luz de linterna



sin embargo, desde la sentina,

practico el psicoanálisis salvaje


iii


Y si beso la boca de tus ojos

se tallará un sol en la ventana



y si llega el ave arquitecta

crecerán sonrisas en la casa



y si descalzo persigo al miedo

es para no despertar sombras



y si ahuyento a los lobos

( al silencio)

los átomos se ordenarán solos

materializando el único color



..Y si se queda el sol despierto


en nuestros ojos…


iv


¿Haremos literatura con el

lenguaje de nuestros cuerpos?



¿Usaremos los sinónimos adecuados

de los siguientes verbos?:

Mirar, comer, beber, besar, inhalar, lamer, copular, sudar, dormir, soñar, despertar..



¿Romperemos las reglas gramaticales?

¿Habrá puntos finales?

¿Serán moneda corriente los puntos suspensivos?



¿Desenvainaremos las espadas del texto y escribiremos

algunos poemas?

(en la cama o en el suelo)



¿Quedarán atrás los errores de ortografía y sintaxis?

¿Seremos perfectos lexicógrafos?



¿Haremos literatura sin el terror a la página en blanco?






Parte segunda


i



Y vos ahí, arrugada en un rincón de tu cama

fuera de foco y exhausta…



toda la luz de la calle dentro de tu boca…


y yo…


Después volvés en sí, y te convertís en Jackson Pollock

mientras el silencio hace su porno-sado desayuno…

y yo…


ii


Tengo en mis manos un reloj larguísimo

una ausencia radical, y un silencio mudo…



trato de recordar (te), pero el desierto es la única imágen que

aparece en mi mente



la paciencia soliloquea, y algún trueno se amasa por ahí…



suspir…

abstrae…

pens…



¡Tengo una bolsa llena de verbos amputados!


iii


Hay un cráter en mi cama

y en el borde cuatro risas rotas



El sexo erecta un silencio impune;

la ausencia abre grietas en mi cuerpo…



iv


Y siempre ahí, ahí

en la orilla de tu boca



y siempre ahí, ahí

en el borde de tu cama



y siempre ahí, ahí

al filo del exilio



y siempre ahí, ahí

al margen de tu tacto



y siempre ahí, ahí

en la costa de tu ausencia



y siempre ahí, ahí

al lado de tu sombra



y siempre ahí, ahí…


v


Una palabra esdrújula

un silencio encriptado;

en una mano un puñado de relámpagos

y en la otra, un paravalanchas de 300 mg



-Tu mente tiene la velocidad de las piernas

de Stephen Hawking…



¡Los truenos!

¡Esos recuerdos que hacen temblar la casa interior!


vi


Ahora:
El cuerpo es un boulevard inhóspito

la cabeza un manicomio inocente

la mente un espejo roto

los ojos trozos de infinito

la (mi) pija (oxidada) huele a bóveda

a bó-ve-da

bó-ve-da


vii


Hay lacerados

hay asesinados

hay lastimados

hay heridos

hay llagas

hay fracturas

hay lisiados

hay tullidos

hay amputados

hay decapitados


pero no hay dolor más terrible y

profundo que el hecho por el filo de dos palabras:

Te amo








                                                                                        abril/ agosto, 2010

viernes, 6 de agosto de 2010

sin título

*yo también fui cristo pero en esa cruz que fue hecha para vosy como un tarado te miraba y pensaba qué bella sosyo tan bien fui cristo pero en esa cruz que fue hecha para vos mientras vos saludabas a algunos conocidos, atrás estaban los que sabían muy lejos y yo los veía, yo los veía, yo los veíapero no podía dejar de pensar qué bella sos qué bella sos qué bella sos qué tarado qué tarado qué tarado


* Este poema es de francisco bochatón. Lo leí en su página. me gustó y lo subí.

jueves, 29 de julio de 2010

La ingravidez después de los tornados





i


Desayuno una casa vacía
almuerzo una lobotomía
meriendo en la morgue más austera
ceno con la niebla a mis pies.


ii


La fiebre ha vuelto a sonreír
desatando las serpientes del olvido por doquier.
Ya todo es viejo en este hotel
(los muebles visten sábanas blancas)
El sol en plena descomposición;
las moscas ya depositan sus huevos sobre él.


iii


¡La burla existencial!
Sartre: ¡La concha de tu madre!
Esas sombras chinescas y ese circo horrible que
sólo llevan a la abstracción y al silencio del hospicio…


iv


Entre los médanos del silencio encuentro
un único abrigo: la intemperie.
Una erección mental sólo conduce al desierto
(La casa adoptiva)
¡Y el autismo!
¡Ese cruel jolgorio de reventarse la retina mirando el río!


v


La flor


¡Oh, semilla!
Sembrada por la mano incolora
¡Oh, tallo!
Bendecido por la noche inhóspita
¡Oh planta!
Erguida como la tempestad única
¡Oh, fruto!
Cenizas desparramas por la mente
¡Oh, flor!
¡El estupendo desierto más amplio!


vi


Lunes de apatía
martes de claustrofobia
miércoles de aneurisma
jueves de aeroembolia
viernes de autismo
sabado de amnesia
domingo de ingravidez


vii


La melancolía corroe al cuerpo
la melancolía sulfata los pensamientos
la melancolía es el cáncer del alma.


viii


Y los reptiles…
esos souvenirs traídos de la fiesta del olvido…
Y los tornados…
esos corceles que dejan ingravidez tras su paso…

ix


Las mareas de la mente desbordan
através de mis ojos
dejando desnudo el jardín íntimo.


x


Como un cáncer, el desierto crece
dentro de mí.









Mayo/ Julio 2010.

martes, 22 de junio de 2010

mind the gap

Parte primera


i


Miedo a lo abstracto
miedo a la obscuridad
miedo a lo irreal
miedo a lo irracional
miedo a la alquimia
del
mago africano que tenemos dentro
que
nos empuja a la inconsciencia no reprimida
miedo al deseo cuando estalla
miedo al catar órganos sexuales de desconocidos
miedo a la muchedumbre
miedo a la soledad
miedo a la cordura
miedo a la demencia
cuando
nos susurra bajo en el oído izquierdo
miedo al mas allá
miedo al mas acá
miedo a la nada
miedo a todo

Y miedo… mucho miedo…
Miedo…


ii


Hablándome a mi mismo
(siempre a mi mismo)

La espiral de mi voz…
(el laberinto de mis ojos)

¡Y el soliloquio!

El soliloquio de mi cuerpo,
el soliloquio de mis manos,
el soliloquio de mi pija…

¡Soliloquios!
¡Soliloquios!


iii


Me abrazo al bidet mientras los tornados
cruzan mi mente

la bragueta tan seca…
(no sueño con árboles, ni cuchillos, ni nada)

palomas muertas son mis amantes
(y la soledad el fellatio mejor…)

¡Y el desierto!
Que decir de ese, que es mi manto,
mi techo y mi calzado.


iv


La intemperie ya pronto vendrá
con las primeras hojas de abril...

Los años, ya vencieron hace décadas

El barro es mi casa; el miedo aúlla
como un lobo por la noche

¡Y la niebla!
Es la única mujer que besa mi rostro.


v


Mis oídos tienen conjuntivitis
mi voz diarrea
mis ojos pulmonía
mi corazón traumatismo
mi lengua esquizofrenia
mis manos cirrosis
mis brazos amnesia
mis pies deshidratación
mis piernas hepatitis
mi cuerpo despersonalización




Parte segunda


i


Hay un detalle en el cuadro de Dalí
hay un detalle en un beso que no dí
hay un nombre con un cuerpo inmaterial
hay dos ojos que miran hacia el mar
hay un viento que lleva tu tacto lejos
a Portugal
¡invisible!
¡incorpóreo!
¡latente!


ii


Noviembre amanece sin besos, ni fuego,
ni alcohol

el día es un lagarto tendido a la sombra

los buitres miran de reojo
a esta carne que camina

yo, mi otro yo, y el otro yo
de mi otro yo juegan ajedrez telepáticamente:
nadie gana, tampoco hay perdedores

pero hay una voz muda
que te llama a los gritos y pronuncia el silencio

tu nombre es una enredadera en mi mente.


iii


Sueño con arañas
vos, con insectos

Mientras mis manos sostienen al desierto,
tus ojos se pulverizan mirando ensueños

las horas traen olas de memoria sin fin
y los días caen sobre mí, y sobre vos.

Sueño con arañas
vos, con insectos




Parte tercera


i


Mi mente está en blanco
soy todo un mantra
no existe el dolor
adoro la tele transportación

Mis ojos son niebla
de África mi hablar
todos allí afuera no entienden mi pensar
excepto Lemanjá

La música es el fuego
la danza, espiritual
los dialectos llegan, cruzan mi paladar
y ordenan mi lengua vibrar

Y girar y girar y girar…
la música es el fuego
la danza, espiritual
todos allí afuera no entienden mi pensar
excepto Lemanjá


ii


La dicotomía es mi perfume rociado,
soy el tótem femenino por elección;
no hay teorías ni ciencias rotas para nombrar lo que soy

Soy lo opuesto, el reverso, y el anverso
de lo que piensa tu intelecto
polarizado por la religión que “rules the world”

soy el tótem femenino por elección
soy el tótem femenino por elección



iii


Imponente como un grandanés
Desfigurado por la espuma de afeitar y su hojita correspondiente
tenes que estar loco
tenés que tener realmente una necesidad

Cena a solas
Camina a solas
La ficción es su traje favorito
El carácter oral es su perfume mejor
Así pues cuando te den la espalda
Tendrás la oportunidad de hundirles el cuchillo


iv


Vestida de negro, medias rojas;
tu clítoris debe tener el tamaño de una carpa de circo
Vestida de negro, medias rojas;
tu sed es tan explícita como el gran masturbador
Vestida de negro, medias rojas;
tu mente tiene la velocidad de una lombriz
Vestida de negro, medias rojas;
tu libido huele a foca en cautiverio
Vestida de negro, medias rojas;
tu vagina esta sellada como un ataúd
Vestida de negro, medias rojas;
tu cuerpo es una piraña inerte.


Apéndice


¿Qué es el ruido?
El ruido es el silencio en ebullición
¿Qué es la soledad?
La soledad es el excedente de la ausencia
¿Qué es el miedo?
El miedo es el valor suicidado
¿Qué es el vacío?
El vacío es el exilio de la empatía



Diciembre 2009/ junio 2010

jueves, 13 de mayo de 2010

Psicoanálisis salvaje





Parte primera


i


Apeado en el borde de la tormenta
un rayo ilumina el camino.

El trueno está en mi mente
el viento zumba en las venas
y mi garganta anuncia lluvia…


ii


Las antenas no transmiten
los carteles no anuncian
las calles no conducen
las luces no alumbran
las palabras no dicen
los techos no cubren
los pasos no avanzan

El silencio es la lengua natal


iii


..Y diré con los ojos
…y escucharé con las manos
…y gustaré con los oídos
…y miraré con la lengua


iv


¿Qué es el ruido?
El ruido es el silencio en ebullición
¿Qué es la soledad?
La soledad es el excedente de la ausencia
¿Qué es el miedo?
El miedo es el valor suicidado
¿Qué es el vacío?
El vacío es el exilio de la empatía


v


Y todo tan raro
y todo tan abstracto
y todo tan concreto
y todo tan ardiente
y todo tan frío
y todo tan presente
y todo tan ausente
y todo tan real
y todo tan ficticio
y todo tan brillante
y todo tan opaco
y todo tan claro
y todo tan obscuro
y todo tan…
y todo tan…


vi


La nostalgia va a abrigarse con
besos estériles otra vez

a balbucear resacas de primera “b”
a morfar a solas con el olvido
a saludar de nuevo a esta ausencia extra large


vii


Es de noche, copulo con tu recuerdo
( no sé si es un recuerdo, o realmente sucedió)
Siento el aliento a cigarro fuerte salir de tu boca
Primero, te atás el pelo, te inclinás lentamente sobre mí, y
te llevás mi “Fender Jazzmaster” a la boca para hacer tu “solo”
segundo, frotarse con los cuerpos
tercero, el llanto
Y después lo de siempre: la sensación de estar masticando cenizas
¡Siempre!
(y todo tan abstracto…)


viii


Escribo a la velocidad de los conejos al copular
escribo con la paciencia de la araña
escribo con la furia de las olas provocadas por la sudestada
escribo como si fuera un esgrimista destacado
escribo con la conciencia no reprimida
escribo con las manos en carne viva
escribo como quien con un cuchillo alzado en la oscuridad
escribo con aliento a sentina
escribo con los tornados cruzando mis sienes
escribo con el rayo en mi mente
escribo desde acá para no escribir desde el más allá
escribo por la impotencia
escribo hasta el orgasmo
escribo desnudo
escribo vestido
escribo en la lucidez
escribo en la embriaguez
escribo porque sí
escribo porque no
escribo por lo que digo
escribo por lo que no digo
escribo porque duele
escribo porque calma
escribo porque cura
escribo porque escribo
y punto.


ix


La melancolía aparece en la madrugada, ante mi, perfumada y en portaligas.
Sonríe mostrándome, sin discreción, sus dientes blancos y sus tetas
Lentamente, me susurra al oído

La melancolía tiene veinte pares de ojos de distintos colores.
Es alta, baja, obesa y delgada a la misma vez. Tiene treinta nombres
Se arrodilla y pasa sus quince lenguas en mi pija. Y lo hace bien.
Lame, succiona, sube y baja enloquecida por toda mi anatomía genital
Dentro de mi cuerpo, bajo mi piel, arden llamas azules, rojas y amarillas
que despiertan a bofetadas a mi pulsión en coma
Detrás del vidrio sucio de una ventana, el recuerdo se masturba observándonos

Acabo, al fin. El esperma dibuja una extraña estela en su boca.
Ella ríe como loca. Su risa se amplifica, y cubre toda la atmosfera.

La melancolía es una puta sin precio
La melancolía enloquece
La melancolía usa a la nostalgia como carnada
La melancolía enloquece


x


La noche que me enterraste
me comí todas las baldosas de las veredas y
todas las hojas de los árboles que encontré.
La noche que me enterraste
conté todas las líneas punteadas de la calle,
todas las estrellas, todas las constelaciones en el cielo y
pisé toda la mierda de todos los perros.
La noche que me enterraste
mastiqué liendres, maté 7 gatos y
extinguí 2 volcanes
La noche que me enterraste
pude ir a donde no sale el sol, exiliar mi conciencia, naufragar en alcohol,
ó beber todo el Pacífico, pero no.
Fui a lo de una amiga. Hablamos, cenamos.
Afuera llovía como en el diluvio universal
Hablamos. Hablamos. Hablamos…
La noche que me enterraste
hubo eclipse de mar; Poseidón se vistió de mujer y
desentonó borracho canciones de Nick Cave.
La noche que me enterraste
rocíe de olvido tu nombre, y lo incendié.
La noche que me enterraste
resucitó la poesía en mí.










Parte segunda




La carie en la mente


i


Un disco de Tom Waits giraba en el reproductor
mientras nosotros lo imitábamos entre las sábanas

Una frase de Spinetta en un papel pegado (que yo pegué) en tu biblioteca

El parque, la feria, la gente, y el sol apoyado en tu cara.

La risa, los besos, las lagrimas, los abrazos, respuestas, preguntas,
madrugadas, mediodías, los bares, el cine, San Telmo, Belgrano,
el miedo, el llanto, mis manos...
y tus ojos…
(ese póster tan lejano)


ii


Al pensarte se erosiona mi mente
al pronunciar tu nombre se corroe mi lengua
al soñarte la condensación se anula
al mirarte se enceguecen mis ojos
al tocarte se gastó mi tacto.

Ahora soy como Icaro en el mar
sólo que el mar, también soy yo.


iii


¡Oh, tú! Eres una esfinge atrofiada por
el cirujano del rencor
¡Oh, yo! ¡Soy un súbdito huérfano de tu tacto!


iv


La carie en la mente
la sordera de la nuca
la psoriasis del habla
el cáncer visual
and so on…


v


She doesn´t want to stay in bed
she doesn´t want to walk her dog
She might be cooking some rice
and the tv is on mute
From the window the sun is going down
and the light bulb is almost on
things over the table are abstract and nosense

Her clothes are hanging on in the closet
waiting for a special date that it will never come
(some things never comes)

Sorrow is on my hands and
tears are my only meal
melancholy is my favourite suit
and your memory is a continuous film on my mind



vi


No quiero practicar la taxidermia
a tu recuerdo;
prefiero amputarme tu yo
de mi yo.

prefiero una carie en mi mente
para no contemplar tu mirada
en el museo de mi memoria.

Quizás exista un mundo después
de D.H Lawrence
de Leonard Cohen
de Nick Cave;
mientras tanto, en la orilla del presente,
uso un bastón de Dalí para roer
la niebla real.











Febrero/ Mayo, 2010

sábado, 24 de abril de 2010

la casita

La casita de los sueños estaba vacía, fría, inhóspita, estancada en la nada. De a poco fué llenándose de objetos, de música, de aromas, de amigos, de amigas, de fiestas, de risas, de sorpresas, de regalos. Los aullidos, los gemidos, los excesos, la lucidez, también llegaron.
La casita de los sueños fué tomando forma. Cambió su pintura atemporal, por los colores calidos. La puerta siempre abierta a la primavera de la sonrisa, de la bienvenida. Las ventanas, invitaban al viento a desayunar. Los días de semana se quedaban a almorzar,
los sábados y domingos no pagaban la cena.
Las mañana eran de pereza e insomnio, las tardes eran de lectura, musicalizada por una vieja guitarra desafinada, o por los próceres musicales de turno y antojo de quién estuviera a cargo de la pc.
Los ambientes eran independientes entre sí. El living era sereno como una playa deshabitada, la cocina, una sala de ensayo para el paladar, el cuarto, un altar para la desmaterialización de la conciencia, del habla, de los cuerpos…


Al tiempo, llegaron las preguntas, las dudas. El existencialismo más agudo se sentó a la mesa. Grandes símbolos de interrogación amanecían en el sillón. Junto a ellos, los suspiros, los recuerdos, y así, el pasado aparecía como el sol por la mañana en verano: enorme, ardiente, luminoso.
La resaca, la apatía, la indiferencia fueron acostándose con intermitencia a la cama que empezaba a cambiar sus sábanas por espinas.
Entonces, las mañanas fueron llagas, las tardes, cicatrices; las noches, cuchillos salvajes. (y así, sucesivamente).
El alma de la casa comenzó a tener el peso de una piedra por la madrugada.


A las dos semanas de lo antes mencionado, llegaron los gritos, los portazos como “buenos días”, ó “buenas noches”. Y la niebla… ese cuchillo atroz…
La ausencia y el silencio se apareaban en la casa con frecuencia. Una vez los ví copular en el patio.
Recuerdo volver una mañana del trabajo y encontrar en el baño, al rencor y al miedo despiertos. Ellos nunca dormían.


La casita de los sueños hoy tiene la mitad de los objetos, la mitad de todo lo antes mencionado. En el jardín de las miradas hay un silencio sepulcral.
Los criadores de soles ahora llenan la tumba del recuerdo con besos. La casita viste de mortaja sus paredes.


La casita de los sueños tendrá amnesia. Al menos, hoy yo la tengo.







Abril, 2010