viernes, 3 de septiembre de 2010

La beatificación del silencio

Parte primera


i


Me apuñalan tus gemidos

afuera, la lluvia sangra.

Bella acróbata

(1200 formas)



Muerde piel

muerde carne

(se ahogan manos)



La inconsciencia, nuestro látigo mejor

que no marca, sólo quita el dolor



Olores

sabores

viscosa es nuestra piel.


ii


Un silencio encriptado

una mirada fugitiva

las manos sordas



Los huracanes dejaron sed

y hambre esparcidos.



Tengo aquí en mis manos

un faro que alumbra con luz de linterna



sin embargo, desde la sentina,

practico el psicoanálisis salvaje


iii


Y si beso la boca de tus ojos

se tallará un sol en la ventana



y si llega el ave arquitecta

crecerán sonrisas en la casa



y si descalzo persigo al miedo

es para no despertar sombras



y si ahuyento a los lobos

( al silencio)

los átomos se ordenarán solos

materializando el único color



..Y si se queda el sol despierto


en nuestros ojos…


iv


¿Haremos literatura con el

lenguaje de nuestros cuerpos?



¿Usaremos los sinónimos adecuados

de los siguientes verbos?:

Mirar, comer, beber, besar, inhalar, lamer, copular, sudar, dormir, soñar, despertar..



¿Romperemos las reglas gramaticales?

¿Habrá puntos finales?

¿Serán moneda corriente los puntos suspensivos?



¿Desenvainaremos las espadas del texto y escribiremos

algunos poemas?

(en la cama o en el suelo)



¿Quedarán atrás los errores de ortografía y sintaxis?

¿Seremos perfectos lexicógrafos?



¿Haremos literatura sin el terror a la página en blanco?






Parte segunda


i



Y vos ahí, arrugada en un rincón de tu cama

fuera de foco y exhausta…



toda la luz de la calle dentro de tu boca…


y yo…


Después volvés en sí, y te convertís en Jackson Pollock

mientras el silencio hace su porno-sado desayuno…

y yo…


ii


Tengo en mis manos un reloj larguísimo

una ausencia radical, y un silencio mudo…



trato de recordar (te), pero el desierto es la única imágen que

aparece en mi mente



la paciencia soliloquea, y algún trueno se amasa por ahí…



suspir…

abstrae…

pens…



¡Tengo una bolsa llena de verbos amputados!


iii


Hay un cráter en mi cama

y en el borde cuatro risas rotas



El sexo erecta un silencio impune;

la ausencia abre grietas en mi cuerpo…



iv


Y siempre ahí, ahí

en la orilla de tu boca



y siempre ahí, ahí

en el borde de tu cama



y siempre ahí, ahí

al filo del exilio



y siempre ahí, ahí

al margen de tu tacto



y siempre ahí, ahí

en la costa de tu ausencia



y siempre ahí, ahí

al lado de tu sombra



y siempre ahí, ahí…


v


Una palabra esdrújula

un silencio encriptado;

en una mano un puñado de relámpagos

y en la otra, un paravalanchas de 300 mg



-Tu mente tiene la velocidad de las piernas

de Stephen Hawking…



¡Los truenos!

¡Esos recuerdos que hacen temblar la casa interior!


vi


Ahora:
El cuerpo es un boulevard inhóspito

la cabeza un manicomio inocente

la mente un espejo roto

los ojos trozos de infinito

la (mi) pija (oxidada) huele a bóveda

a bó-ve-da

bó-ve-da


vii


Hay lacerados

hay asesinados

hay lastimados

hay heridos

hay llagas

hay fracturas

hay lisiados

hay tullidos

hay amputados

hay decapitados


pero no hay dolor más terrible y

profundo que el hecho por el filo de dos palabras:

Te amo








                                                                                        abril/ agosto, 2010

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